EL PRINCIPIO DEL JUICIO ROMANO
Mt 27: 11-14. Vamos a leer el mismo evento en Jn 18: 28-37.
Jn 18:28. Nuestro Señor ha estado despierto toda la noche herido por los judíos. Ahora en la mañana lo llevan donde Pilato, el gobernador romano, para que éste dé la sentencia definitiva para asesinar a Jesucristo. ¿Cómo eres tú? ¿Tratas de buscar apoyo en otros para hacer algo malo? Ex 23:1-2.
¡Qué hipócritas estos religiosos! No querían contaminarse con los romanos, pero no tenían ningún reparo en contaminarse con la sangre del único Justo. (cf. Lv 11:43; 20:25). ¡Nunca dijo Dios que un judío se contaminaba con personas!
¡Se preocupaban por la Pascua= libertad; y condenaban a un inocente!
Se inventaban leyes que quebrantaban cuando les convenía.
Jn 18: 29-30. “Malhechor” = delincuente, maleante.
Jn 18: 31-32. “Para que se cumpliese…de qué muerte iba a morir.”
Los judíos podrían apedrearlo, como lo hicieron con Esteban después, pero tenían que llevar a Jesús a los romanos para que muriese en la cruz cumpliendo una profecía. Ellos no lo sabían, pero estaban cumpliendo la profecía acerca de su muerte, Sal 22:16. Sólo la ejecución romana podía cumplir la profecía.
El mismo señor Jesucristo predijo su crucifixión, Mt 20:18-19.
Cada profecía de la Biblia se cumple. Si el Señor dijo que volverá a juzgar a los vivos y a los muertos, así será. ¿Estás preparado para su venida? ¿Jesucristo es ya tu señor y salvador?
Mt 27: 11. Jesús afirma ser rey de los judíos, y lo es. 2:2; 21:1-5.
Mt 27:12-14. ¡Qué dominio propio de nuestro Señor! No dice nada ante sus acusadores para darnos ejemplo de conducta, Is 53:7; 1P 2:21-23. ¡Muchos de nosotros no toleramos nada! ¡Qué lejos estamos de nuestro Señor! Nos dicen algo que no nos gusta, e inmediatamente respondemos venenosamente. ¡Cómo sufrirá nuestro Señor!
¡Jesucristo es Santo!1P 1:14-16.
¡Alguien nos ofende y no queremos perdonar! Mt 6:14-15.
(Mt 18:23-35) Si Dios nos ha perdonado toda nuestra maldad, ¿cómo no podremos perdonar a los que nos ofenden? Ef 4:31-32; 1Jn 3:14-15.
Miremos a nuestro Señor e imitemos su ejemplo en toda nuestra vida.
Debemos aprender a saber cuándo hablar y cuándo callar, (Ec 3:7). Pr 10:19; 17:27-28.
Resumen y aplicación:
1. Nunca hagas cosas que están en contra del amor y de la Palabra de Dios.
2. No te dejes llevar por el odio.
3. Acude solamente a Cristo para lavar tu pecado, no a la religión, 1Jn 1:9; Pr 28:13.
5. Reconoce siempre que Jesucristo es Reye de reyes y Señor de señores, y que en cualquier momento regresará en gloria para salvar a los suyos y para condenar a los pecadores.
6. Sigamos el ejemplo de Cristo de no tomar venganza por nosotros mismos, ni de responder con maldición a los que nos maldicen, sino de encomendar nuestra causa a Dios, quien es el único que juzga