LA NEGLIGENCIA. MATEO 25: 14-30
I. El reino de los cielos es como…V 14-18.
- A 3 de sus sirvientes les dio de sus bienes, conforme a la capacidad de cada uno.
- Después se fue lejos (ejemplifica el tiempo actual entre las dos venidas de JC.)
A. Los dos primeros negociaron, hicieron trabajar los talentos. Ganaron el doble.
(Un talento +- 40 Kg. de oro. 1Kg.= $us 46.000 x 40=1´840.000 x 5=$us 9´200.000 [ANF 20 sept. 2013])
B. El tercero escondió el talento de su señor. No trabajó, no arriesgó nada, “Juan Seguro”. “El dinero es como el estiércol; usado para la obra, para los campos, es como el buen abono, provechoso. Pero guardado, hiede, es tóxico y mata” Stg 5:1-3.
El dinero no es para guardarlo, es para usarlo, invertirlo para producir fuentes de trabajo, etc.
II. El señor regresa y ajusta cuentas con sus sirvientes. V 19-27.
- Tiene derecho de pedir cuentas, es su dinero, él lo ha dado, 2Co 5: 10.
A. V 19-23. Los dos primeros sirvientes trabajaron y ganaron el doble y reciben alabanza de su señor.
- V 21, 23. Reciben recompensas: Todo el dinero, el dado y el ganado, es entregado a los sirvientes fieles, v 28; Mt 24:45-46. Aplicando a nosotros: Jn 12:26; Lc 12:37-38; 1Co 15:58; Heb 6:10-12.
B. V 24-25. El tercer sirviente no trabajó y presenta excusas malas a su señor, (por lo menos, le devuelve su dinero, en mi vida me enfrenté con personas que ni eso hacen.) ¿Cómo eres tú? ¿Estás lleno de excusas? “El león está fuera, seré muerto en la calle” (Pr 22:13) y Pr 26:13-1; Pr 6: 6-11. ¡Después no le eches la culpa ni a Dios ni a nadie!
- Su excusa consiste en atacar a su señor: “eres hombre duro, severo, aprovechador.”
Tenía un conocimiento defectuoso, falta de una relación íntima y personal con el señor. Se escuda en su propio concepto de su señor. ¿Conoces a tu Señor Jesucristo (si es tu señor, claro)?
“Tuve miedo”, el miedo es señal de pecado, Adán y Eva, Gn 3:10; 1Jn 4:18.
“El que no muestra interés en la obra de Dios, está próximo a ocuparse en la obra del diablo.” (Francisco La Cueva).
III. El señor lo juzga con sus propias palabras, V 26-27.
- Se contradijo a sí mismo. “Sabías…siego…recojo…debías haber dado a los banqueros.”
“¿Así que esto pensabas de mí? Con tus propias palabras te juzgo.”
El conocimiento defectuoso de Dios no es una excusa para no hacer nada.
A. Lo llama malo, (griego ponéros = dañino, delincuente, vicioso, facineroso) y negligente (griego oknerós = tardo, i.e. indolente; (figurativamente) pesado, fastidioso: negligente, perezoso, molesto).
¿Por qué lo llama así? No hizo pecados ostentosos, no se rebeló, no robó a Dios ni a los hermanos. Su pecado fue no hacer lo que tenía que hacer. La omisión es un gran pecado, Stg 4:17, y tiene que venir a juicio, Lc 12:47. ¿Cómo andamos nosotros, y tú?
El que no usa los dones que tiene para servir a Dios y a su iglesia, es dañino, fastidioso.
El creyente, en este tiempo, no tiene excusa alguna para no servir con los dones recibidos, aunque sea uno solo, si verdaderamente conoce a Dios. No hay disculpa válida para enterrar el don recibido y no servir como Él ha encomendado. Siempre hay algo que se pueda hacer en el servicio del Señor, con los recursos que la gracia de Dios ha dispuesto para cada uno.
Haz algo para Dios, aunque sea poco; pero hazlo. Entonces encontrarás el gozo del servicio y la vida abundante. “Estoy enfermo, inmóvil, ¿Qué puedo hacer?” Ora por los demás.
B. La sentencia y condena.
1. Se le quitó el talento. “Quitadle…y dadle al que tiene 10” (v 28).
Si no utilizamos los talentos que Dios nos ha dado para servirle, los vamos a perder y nos convertiremos en dañinos y fastidiosos. (Ej. Mical menospreciando a su esposo David, 2Sm 6:12-23).
Hay oportunidades que se presentan sólo una vez en la vida; si se escapan, no vuelven jamás; y si vuelven ya no serán las mismas.
Debemos redimir el tiempo (Ef 5:15-16) no matarlo. Ej. Juegos en celulares, Facebook, internet, TV.
Se dice que el tiempo es oro, sí, y más que el oro, porque el resultado de lo que se haga con el tiempo durará por toda la eternidad, mientras que el oro es corruptible (1P 1:18).
La norma de Dios al dar los talentos es aumentarlos a quienes los usan bien, y retirarlos de quienes no los usan, sino que los entierran, Mt 25: 28-29.
El que tiene algo y lo usa, tendrá más abundancia; en cambio Dios retirará sus talentos de las manos de aquellos que lo menosprecian.
2. Ser echado en las tinieblas de afuera (v 30).
a) La causa: Es un siervo negligente, inútil, Jn 15:6.
Es como un miembro atrofiado del cuerpo, o como un cáncer que afecta a todo el cuerpo; si no fuera así no lo echaría fuera.
En un sentido, todos nosotros somos siervos inútiles (Lc 17:10) porque no hacemos más de lo que el Señor nos pide. Pero podemos ser útiles y provechosos dándole gloria con el fruto que produzcamos por medio de una comunión íntima con el Señor, Jn 15: 5, 8.
b) La sentencia: “Echadlo en las tinieblas de afuera”.
- Apartado de la luz (Dios es luz).
- En un estado muy doloroso (Lc 16:23) “Lloro y crujir de dientes”. Tortura, tormento, infelicidad perpetua y sin esperanza. Angustia intensísima y una ira frenética al no poder superar esa situación.
Esto se refiere a la condenación eterna, Esto es echarlo al infierno, Mt 8:12; 13:42, 50; 22:13; 24:51. ¡Qué terrible!
¿Estoy diciendo que la salvación es por la gracia de Dios y que la vida cristiana es por nuestras obras? ¡NO! ¡JAMÁS! Lo que dice la Biblia, y yo lo repito, es que somos salvados por la gracia de Dios y vivimos por esa misma gracia de Dios que nos capacita para el servicio a Dios y a su iglesia, 1Co 15:10; 3:10; Fil 2:13; 4:13;Ef 2:8-10.
Este caso no se trata de un creyente que pierde su salvación, sino de un inconverso que no pudo mostrar la realidad de su fe mediante sus obras (Stg 2:14-18).
La salvación es por gracia y se recibe por la fe, no por obras, Jn 5:24; 6:47; 10:27-29; Tito 3:5; Ef 2:8-10.
Repito: ¿Qué pasó con este siervo inútil? ¿Robó, adulteró, asesinó, blasfemó el nombre de Dios? No. Su pecado fue no hacer lo que tenía que hacer con lo que Dios le dio. Oyó, pero no hizo. (Lc 6:46 “¿Por qué me llamáis Señor, Señor…?)
La aplicación es válida para todos los tiempos.
Nuevamente, el Señor advierte sobre el peligro de una mera religiosidad con la que algunos pretenden justificarse delante de Dios, Mt 7:7-22; 2Ti 2:12.
Hermano, hermana: Déjate guiar por el Espíritu Santo y pon tus dones al servicio de nuestro Señor y de su iglesia.
Entrega al Señor lo que eres y lo que tienes y él hará maravillas para su gloria.
No hay excusas.
Jn 3:16, ¿Qué darás tú?
