EL CAMINAR DEL CRISTIANO. 1Jn 1:9-2:2
- V 5. Dios es luz, Él es Santo, detesta el pecado, Hab 1:13a; Sal 5:4.
- V 6. Si andamos en tinieblas (pecado, desobediencia) mentimos, no practicamos la verdad, no vivimos en la verdad. Cristo es La Verdad.
Sólo saber y afirmar la verdad no es suficiente, tenemos que practicarla.cf. Fil 1:21; Ga 2:20. Ej. Tomás, hombre mayor.
- V 7. Dios no sólo es Luz, sino que además está en luz, el pecado no puede estar cerca de Él, por eso el hombre está destituido de la gloria de Dios (Ro 3.23) y la única manera de reconciliarnos con él es por la redención que Cristo efectuó en la cruz, Ro 3:24.
La sangre de Cristo tiene un valor y un poder eterno, porque él es eterno.
Podemos estar seguros de nuestra salvación. Cuando te sientas que has fallado, recuerda que Cristo obtuvo eterna redención para nosotros, los que creemos, He 10:14.
- V 8. Cuando una persona nace de nuevo, tiene la falsa expectativo de que ya no pecará, y cuando peca, el diablo le susurra al oído: “no eres salvo, si fueras salvo…”
- V 9. Lo que tenemos que hacer es confesar (declarar lo mismo) nuestros pecados y recordar que tenemos la vida eterna por la obra de Cristo, no por nuestras obras.
Dos mentiras del diablo. Debemos confesar y abandonar el pecado antes que éste nos atrape. Pr 28:13. Ej. David, Sal 32:3-7.
V. 10. Hartmut hablaba de ocultar el pecado como ocultar la basura debajo de la alfombra. La diferencia entre un hombre natural, que no tiene el Espíritu, es que él justifica su pecado, le echa la culpa a otra persona o circunstancia. En cambio, el cristiano confiesa su pecado y lo abandona. (Poner ejemplos.)
2:1. Una razón que tuvo el apóstol Juan para escribir esta carta es que no pequemos. No se trata de pensar de que como tenemos vida eterna podemos vivir haciendo lo que nos dé la gana, Ro Ef 2:8-9. ¡Ro 6:1!
Una de las cosas maravillosas que hace la presencia del Espíritu Santo, es que verdadero cristiano ya no quiere pecar, ya no se deleita en el pecado como antes. Le duele pecar, aunque sea un pecado de diez centavos. Queremos vivir en santidad1P 1:14-16.
De todos modos, si nos deslizamos en un pecado, por muy “pequeño” que sea, tenemos un abogado, ¡si necesitamos un abogado quiere decir que el pecar es cosa seria!
Abogado es la misma palabra en Griego que “consolador” usada por nuestro Señor para referirse al Espíritu Santo. ¡Bendito es nuestro Dios que nos ha dado a su mismo Hijo como nuestro abogado celestial! Ro 8:33-34. Alabado nuestro Señor porque además vive para interceder por nosotros Ej. De sala de juicio.
Por todos estos maravillosos hechos de Dios es que ya no queremos andar en pecado.
2:2. Otra gran maravilla es que nuestro abogado defensor, Jesucristo, es que él mismo es la propiciación por nuestros pecados, pero ¿qué es propiciación?
Propiciación, DRAE: Favorable, inclinado a hacer un bien. Biblia: apaciguamiento de la ira divina por medio de una ofrenda de sacrificio. Ejemplo: Lc 18:13.
Propiciación significa que el sacrificio redentor de Cristo ha satisfecho los requisitos de la ira santa de Dios contra el pecado humano, Ro 1:18; Ef 2:3; Is 53:10–11. Por tanto, Dios puede demostrar justamente misericordia al hombre y perdonar los pecados y poner en una correcta posición delante de sí al creyente (Lc 18:13–14; Ro 3:24–26). El “propiciatorio” del A.T. sirvió de lugar de propiciación o “expiación” y representa la obra propiciatoria de Cristo en el N.T. Ex 25:18–22; Lv 16:14–19; Heb 9:25–26.
En el NT tenemos el cumplimiento de la propiciación en favor nuestro, Ro 3:20-26. Debido a este acto único de Jesucristo, es que tenemos entrada a la presencia de Dios y siempre podemos acceder al trono de su gracia confesando nuestros pecados.
No nos dejemos convencer por el diablo de que Dios ya no nos perdonará.
Acudamos siempre a Él con humildad y confesión. ¡Alabado Sea nuestro Señor! LA OBRA ESTÁ COMPLETADA. ¡CONSUMADO ES! (Jn 19:3).
Si tú nunca has recibido a Jesucristo como tu Señor y Salvador, acéptalo ahora porque Él es también la propiciación por los pecados de todo el mundo; sólo tienes que recibirlo y confiar en Él. Él transformará tu vida.
