Vivir en la luz

1Juan 1:5-2:2 

La meta final de Dios para con los seres humanos (y también la de la carta de Juan) es que tengamos comunión con Dios y con los hermanos. (1Jn 1:3; 3:2; Jn 1:1-2)

La comunión que el Dios trino disfruta entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es amor infinito multiplicado por creatividad infinita, sabiduría infinita y poder infinito.

Juan ha experimentado, saborizado algo de esta comunión divina; él vivió con Jesús que se lo ha dado a conocer (Jn 1:18) y desea que nosotros seamos partícipes de esta relación, lo que al mismo tiempo es la vida eterna (Jn 17:3; 1Jn 5:13).

Juan explica, qué significa vivir en comunión con Dios.

A lo largo de su carta habla de varios conceptos falsos que los seres humanos tienen y que nos impiden experimentar la verdadera comunión.

Para entrar en comunión con Dios es primordial que reconozcamos que ha si como estamos no somos aptos para participar (1Jn 1:6-10). Tenemos que dejar de esconder nuestro pecado “debajo de la alfombra”. Cristo nos ofrece liberarnos de toda esta “basura” y limpiarnos de toda maldad; requisito  es aprobar el juicio de Dios (Ro. 3:23-24) y sacar todo a la luz. Dios es fiel (a sus promesas y a su amor) y justo (por que Cristo ya llevo el castigo por nuestros pecados) para perdonarnos y hacernos aptos para participar  en su comunión divina.

Cristo no murió por nuestros pecados para que sigamos pecando (no nos pone una nueva alfombra para que cubra mejor las porquerías de nuestra vida); nos limpia para participar en su comunión perfecta (1Jn 2:2).

La obra de Cristo no solo se trata de salvarnos sino de vivir una nueva vida en comunión con Dios. Dios es luz y no se puede querer vivir en comunión con Él y al mismo tiempo andar en tiniebla, por que Dios no esta ahí (Stg 1:17).

Había en los tiempos de Juan gente, gnósticos, que dividía entre lo físico que era lo malo y lo espiritual que era lo bueno. Había los que solo se fijaban en conocimiento espiritual y descuidaban de todo lo demás. Había el otro extremo de los que pensaban que ya que lo físico no importaba daba igual como vivía el cuerpo mientras el espíritu tenia el conocimiento.

Juan dice aquí que sólo saber y afirmar la verdad no es suficiente, tenemos que practicarla. Conocer a Dios siempre trae consecuencias para toda la vida, por que Dios es autentico e integro. Así como las hinchas del fútbol no reciben nada del premio, sino sólo los que han participado en el partido, tampoco podemos gozar de la comunión con el mero conocimiento o la afirmación de la verdad. Tenemos que practicarla. (1Jn 1:6)

Ejemplo matrimonio:

• Tener un certificado de matrimonio es una parte imprescindible, pero el matrimonio es mas.
• Vivir bajo un mismo techo puede ser la relación entre inquilinos.
• Tener a alguien que cocine, limpie o arregle la casa puede ser una relación de empleado.
• Tener alguien que administre puede ser la relación de secretaria.

El matrimonio no es ninguna de estas cosas sueltas sino incluye toda la vida. Así también la relación con Dios.

Uno de los principales obstáculos para vivir en integridad es no andar en luz. ¿por que muchas veces resulta tan difícil andar en luz?

• Es vergonzoso.
• Nos hace vulnerable.
• Talvez hemos experimentado reacciones carnales en vez de amor.
• Jerarquía de picoteo. Stg 4:1-10

La respuesta de Jesús es: Juan 13:13-17; Marcos 10:42-44.

Salir de las tinieblas es resistir al diablo (Stg 4:7), es salir del área en que él tiene poder. En la luz Satanás no nos puede atacar directamente; por lo tanto la confesión es un arma (no la confesión mecánica y ritual).

Salir a la luz puede resultar como abrir una vieja herida sacar la pus y limpiarla. Es muy doloroso pero recién puede sanar.

Tal vez no es sabio, hablar directamente con la persona que me hirió para no transplantar “el cáncer”. Cuidado que la confesión no se convierta en chisme. Salir a la luz significa exponer las raíces amargas en mi corazón a la luz de Dios para que sequen y mueran (Heb 12:15).

Estamos llamados a vivir en comunión con Dios; esta relación de amor, pureza, creatividad,  belleza, santidad. Las tinieblas quitan este gozo, por que Dios no esta en ellas (como una flor que no crece en la obscuridad).

Jesús nos invita: Mateo 11:28-30.

Hartmut Sayk